Para qué sirve

El método puede favorecer a cada practicante en diferentes niveles. Mejorando la calidad del gesto es posible moverse de un modo más consciente y seguro, se puede obtener el máximo beneficio en términos de sensaciones y belleza de un movimiento natural y libre de defectos, o aumentar su rendimiento gracias a la eficacia de las técnicas y la precisión de la ejecución motora.

Todas las disciplinas deportivas se basan en el desarrollo de la capacidad – al mismo tiempo generales y específicas – que permiten mejorar el movimiento haciéndolo más eficiente, ergonómico y preciso.

En escalada, el Método Caruso trabaja en los principios que son la base del movimiento ideal en la dimensión vertical, en roca y hielo: estos principios han permitido definir las mejores técnicas y progresiones para el desarrollo de las habilidades e inteligencia motoras.

En lo referente al esquí,  si por una parte se ha profundizado en conocimiento de las técnicas de descenso en pista por obra de la Fisi, en relación con el esquí de travesía y fuera de pista todavía quedaba mucho por hacer. El Método nos ha permitido dar un importante paso adelante para comprender y luego enseñar los principios que permiten gestionar con precisión el peso del cuerpo sobre los esquís para la seguridad adicional que requiere el esquí de travesía, sino también la capacidad de adaptarse a todas las situaciones y a las diferentes condiciones de la nieve,  peculiaridades  propias de la nieve no batida.

Hasta no hace mucho tiempo, y aún hoy en buena parte, la única manera de enseñar la escalada consistía en transmitir la secuencia de movimientos que permitían resolver pasos individuales en cualquier vía, «Pon tu pie aquí, entonces la mano allí, trata de subir«… y así sucesivamente. Se ascendía sin saber y sin entender. Sólo las repeticiones a lo largo de innumerables pasajes permitían aumentar la propia inteligencia motora, pero sobre todo, para llevar a cabo los pasajes de dificultad creciente, se basaba y se basa casi exclusivamente en la fuerza. Ser fuerte es sin duda positivo, pero desperdiciar la fuerza moviéndose «al azar», o mal, es una tontería. También porque optimizando el esfuerzo se aumenta el nivel de rendimiento. Pero además de ser fuerte, está claro que es aún más importante ser capaz y hábil: además del desarrollo de las capacidades condicionales (fuerza, resistencia, etc.) para el rendimiento, es un hecho reconocido, que son las capacidades técnicas y de coordinación las más importantes para todos y cualquier nivel. De hecho, son la clave de los elementos fundamentales del aprendizaje humano en general, desde la prevención para la salud hasta el conocimiento, de la eficacia del gesto a la inteligencia motora, del equilibrio del cuerpo a equilibrio físico y psíquico.

Ti potrebbe interessare