Técnica, instinto y automatismos

¿Movimiento «consciente» o «instintivo»? ¿Están estos conceptos reñidos o son complementarios?
¿Qué es el instinto? Desde un punto de vista científico, puede definirse como un impulso innato, no determinado por la voluntad o el aprendizaje, como sobrevivir o reproducirse. El instinto es específico de cada especie, tiene un patrón de acción fijo y se produce sin tener en cuenta el propósito. En su sentido más amplio, se utiliza para indicar una propensión a actuar de forma irracional, dictada más por un movimiento impulsivo que por una motivación racional, pero en este sentido el instinto se refiere a la historia y la experiencia personales de cada uno de nosotros, por lo tanto al comportamiento que hemos aprendido. Decir que la escalada es instintiva carece de sentido. Sería como decir que esquiar es instintivo. En realidad, los que dominan la técnica tenderán a realizar los movimientos correctos que derivan de «automatismos voluntarios», mientras que los autodidactas tenderán a realizar movimientos más o menos aleatorios «instintivamente», es decir, que derivan de «automatismos involuntarios».
Los automatismos voluntarios -positivos- son, por tanto, los que resultan de una elección consciente: estudio la técnica y los movimientos adecuados, o mejor dicho, antes de eso, tengo que conocer y saber cuáles son las mejores técnicas y los movimientos adecuados (éste era el primer objetivo de la investigación del Método), luego los repito con el entrenamiento hasta el punto de intentar moverme de la mejor manera sin pensar en ello. Es un poco como cuando tenemos que frenar en coche: al principio tengo que aprender un movimiento nuevo, cuando lo he asimilado ya no lo pienso y freno en un instante. Ma cosa succederebbe se non avessi imparato il gesto migliore o peggio, se avessi imparato un gesto sbagliato? Y no olvidemos que subir es mucho más complejo que frenar en un coche…
Los automatismos involuntarios -negativos-, en cambio, son los que no resultan del aprendizaje voluntario y la libre elección: por ejemplo, empiezo a escalar, no me fío de mis pies, no aprendo la técnica, empiezo a «tantear» con los pies…. como resultado seguiré sintiéndome para siempre, a menos que en algún momento decida emprender el difícil camino de corregir los errores y, antes de eso, ganar conciencia aprendiendo a distinguir el movimiento correcto del incorrecto. Todo automatismo involuntario es una limitación de nuestra libertad.
El conocimiento y la conciencia son el verdadero camino para poder moverse de la forma más libre. Y la Técnica es una posibilidad definitiva, una herramienta indispensable para unir el movimiento corporal con la conciencia. Y la Técnica constituye una posibilidad precisa, una herramienta indispensable para unir el movimiento del cuerpo con la conciencia. Mens sana in corpore sano, decían los antiguos: una disciplina deportiva completa no separa el cuerpo de la mente, al contrario, supera los límites del dualismo para buscar una mejora armoniosa del ser en su totalidad.

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